Ya veo el crepúsculo en el poniente, y llega a mi pecho la emoción del deseo de imaginarte en mi subconsciente o en mi mente, siendo consciente de la ilusión del deseo.
Te veo sonreír, te siento acariciar mi piel y en el silencio de las almas abrazadas a morfeo.
En esas noches yo te imagino, esas noches te sueño, esas noches te veo. Te deseo.
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